jueves, 26 de febrero de 2009

Lo que el viento nos dejó


Pocas cosas se pueden decir de una película como ésta que no se hayan dicho hasta la fecha. Y es que esta superproducción de 1939 ha escrito ya con letras doradas muchas líneas en la historia del cine. Ganadora de nueve premios Oscar, su acogida en las salas fue tal que no tardaría en alzarse en su momento como la película más taquillera de toda la historia.

Cuatro horas de duración para un relato grande como pocos que nos dibujaba la historia de unos Estados Unidos bajo el prisma de una heroina cinematográfica vestida con trajes de seda. El paralelismo que vemos entre la historia de cambios de un país y los que estos provocaban en la misma resultaron tan metafóricos que se hicieron incluso poéticos. Y es que "Lo que el viento se llevó" es sinónimo de Scarlett O'Hara: uno de los personajes más interesantes de la historia del cine que veríamos evolucionar de niña a mujer en una historia brillante como pocas. Encarnada por una magnífica Vivien Leigh (elección final tras dos años de casting y 1.400 candidatas), no encontró quizá el mejor compañero de baile para este film. No pondré ahora en tela de juicio el talento interpretativo de Clark Gable, pero lo que sí tengo claro es que la química entre ellos resultaba inexistente. Creo simplemente que no era el galán adecuado para interpretar a Rhett Butler, por mucho que la productora tuviese muy claro que el papel iría para él casi desde antes que comenzara la preproducción. Unos secundarios de lujo suplirían con creces aquel fallo de casting. Sirvan de ejemplo una inolvidable Hattie McDaniel (que se convertiría en la primera actriz de color en recibir un Oscar) y especialmente una inconmensurable Olivia de Havilland que emocionaba y convencía en su papel tanto como la propia Leigh.

Hasta cinco directores estuvieron al frente de un proyecto cuyo rodaje se dilató durante cinco largos meses. Cinco directores de los cuales sólo David O. Selznick aparecería finalmente en los créditos de la cinta. Y es que se podrían citar tantas cosas que hicieron a "Lo que el viento se llevó" la gran obra que hoy día es que no tendría suficiente espacio en este post: su bella fotografía, sus soberbios decorados, aquel guión que adaptaba de un modo tan magistral la novela de Margaret Mitchell, tantas imágenes que nos regaló y que forman parte ya de la historia de la más grande de las artes pero, sobre todo, Scarlett O'Hara y Vivien Leigh... o Vivien Leigh y Scarlett O'Hara, porque hoy, casi 70 años después, estos dos nombres significan ya casi lo mismo...

Místico

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