miércoles, 25 de febrero de 2009

El arte llevado a su última expresión

Creo que cuando hablamos del "cine como arte", existen diversas películas en la historia del mismo que facilitan al profano el entendimiento de esta afirmación. "Recuerda" no es sólo una de las obras más brillantes de Alfred Hitchcock sino que también podría considerarse la más artística de todas ellas. La interesante historia de intriga que nos cuenta vendría a suponer una más de las muchas que pueblan la filmografía del brillante director inglés, pero el trasfondo de la misma convierte a la obra de 1945 en una de las más diferentes, especiales y mágicas de todas cuantas llegara a realizar tan prolífico director.

El estudio de la psique humana, basándose principlamente en las teorías de Sigmund Freud, se erige como base fundamental en la construcción de la película. "Recuerda" se mueve entre el consciente y el subconsciente, entre lo real y lo onírico, entre aquello que sentimos, que pensamos o que nuestra mente esconde. La bella secuencia que plasma los sueños de un confuso Gregory Peck, que fue creda por el mismísimo Salvador Dalí, son una muestra clara de hasta qué punto puede ser artística esta película.

Un excelente guión, que no dejaba de lado ni por un instante aquella intriga y suspense que tanta fama le habían dado a su director. Brillantes como no podía ser de otro modo Ingrid Bergman y Gregory Peck, pero más brillante aún la tarea en la dirección de un Alfred Hitchcock que con esta película demostraba que su genio no parecía conocer límites.

Místico

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