miércoles, 18 de febrero de 2009

El romanticismo de un genio llamado Hitchcock

Que una película clásica protagonizada por dos actores de la talla de Cary Grant e Ingrid Bergman tendría que ser buena, resulta casi una obviedad. Si para colmo la misma está dirigida por el maestro Alfred Hitchcock, entonces es posible que ya estemos hablando de una "obra maestra". Esto en principio debería ser así pero, por desgracia, el mago del suspense también tuvo títulos para el olvido y Bergman y Grant no siempre emocionaron en una pantalla de la misma manera. ¿Qué quiero decir con esto? Pues muy sencillo, que "Encadenados" tenía todo a su favor para convertirse en una obra de culto, que tenía muchos ingredientes para ser considerada con los años una obra maestra y que si así lo consiguió (porque ya lo creo que lo hizo) no fue sólo por contar con tres de las personalidades más importantes de aquel momento.

Su guión, uno de esos guiones que raramente se han vuelto a escribir en nuestros tiempos modernos, nos llevaba a una historia de espionaje, intriga, toques de cine negro y emoción en cada página difíciles de igualar. Una película rabiosamente romántica, que emocionaba de un modo no demasiado habitual en una pelicula de este género, una emoción plasmada en los ojos y el alma de una Bergman que nos llegaba tanto como años atrás en su mítica "Casablanca" y en un Grant que una vez más nos mostraba parte de su enorme talento. La pereja convencía, la historia nos llegaba y Hitchcock se apuntaba otro tanto que levantaría un poco más el mito en el que se acabaría conviertiendo.

Místico

No hay comentarios:

Publicar un comentario