martes, 10 de febrero de 2009

El sensible retrato de una trágica enfermedad

Cuando llega el momento de hablar de un título como éste, uno no tiene muy claro que es lo que habría que destacar primero, si el brillante trabajo de Russell Crowe interpretando a un personaje complejo como pocos o la magistralidad de Ron Howard al presentarnos esta emotiva historia desde el difícil punto de vista de su protagonista: un enfermo esquizofrénico de inteligencia sobrenatural pero extrema sensibilidad.

"Una mente maravillosa" es una película bella, emotiva, que narra la biografía de un personaje real: el matemático ganador del Premio Nobel John Forbes Nash. Una película que derrocha sensibilidad en cada fotograma y que nos presenta una enfermedad del mejor modo que se puede mostrar la misma: haciéndola sentir, experimentándola en la propia piel del personaje protagonista. El grandioso giro argumental que experimenta esta película a mitad de su metraje (que nos recuerda en parte a lo que Torcuato Luca de Tena nos narraba en su brillante "Los renglones torcidos de Dios") nos deja a muchos comprendiendo aún mejor la tragedia de esta enfermedad.

Brillante también Jennifer Connelly (vista recientemente en "Ultimatum a la Tierra"), cuya química con Crowe resulta más que evidente. Un excelente título, en definitiva, que fue absoluto merecedor del Oscar a la mejor película en el año 2001. Algunos pensaron que el premio le quedaba grande. Afortunadamente, yo nunca fui uno de ellos.

Místico

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