lunes, 16 de febrero de 2009

El drama fantástico del corredor de la muerte

Creo que mi postura al respecto ha quedado bastante clara en otros post: adaptaciones para la gran pantalla de novelas de Stephen King ha habido muchas, pero buenas películas resultantes, muy pero que muy pocas. En 1999 pudimos acudir, afortunadamente, al estreno de una de ellas.

Protagonizada por un siempre efectivo Tom Hanks y recreando a lo largo de más de tres horas de metraje una dramática historia carcelaria, "La milla verde" es una de esas películas que engancha al mismo tiempo que emociona. La brillantez narrativa de la cinta delata que esta película está dirigida por Frank Darabont, un director que en 1994 ya tuvo una experiencia similar llevando a la gran pantalla otra novela carcelaria de King titulada "Cadena Perpetua". Y es que el perfecto ritmo narrativo de ambas obras deja claro que Darabont ha sido el realizador que mejor ha entendido y entiende al genio de Stephen King (ambos se volvieron a encontrar el año pasado en "La Niebla" , película vista por un servidor en Cinebox Plaza Norte)

Pero no todos son halagos para esta cinta. A "La milla verde", en mi opinión, le falló su final. Y en este caso no creo que la culpa sea siquiera del propio Darabont, sino de una historia original de King que, una vez más, se le terminó escapando de las manos. Hablamos de una película cuyos personajes están tan perfectamente construidos, su carga dramática resulta tan brillante y algunos de sus diálogos tan perfectamente escritos, que se hacía innecesario ese giro final tan fantástico.

Destacable el actor Michael Clarke Duncan y destacable también la última escena que comparte con el siempre sufrido Tom Hanks. El diálogo de "despedida" que mantienen ambos actores en el interior de la celda es de esos que uno recuerda (o llora) durante mucho pero que mucho tiempo. Un brillante título, en definitiva, para una gran historia.

Místico

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