
Reconozco que en más de una ocasión me ha venido a la cabeza este título, más aún en los momentos en los que, cuando la noche impedía ver la línea azul del horizonte, opté por darme algún baño en la playa. Y es que la secuencia inicial de este título es de las que se te quedan grabadas en el recuerdo durante mucho pero que mucho tiempo...
Una revisión de la cinta en el momento presente dejaría al descubierto cierta precariedad en cuanto a sus efectos especiales, una precariedad que sólo sería patente si los comparamos con los que conocemos hoy día, pues si tenemos en cuenta que hablamos de un metraje de la década de los 70, podrían incluso considerarse adelantados a su tiempo.
¿Y qué decir de aquella banda sonora creada por John Williams? El compositor incondicional de Spielberg no daba lugar a dudas: fue y sigue siendo el más importante de los compositores de toda la historia del cine.
Místico
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