
Su protagonista, Bruce Willis, quedaba eclipsado por un "joven" secundario llamado Brad Pitt (por primera vez nominado al Oscar por este papel), que utilizaba este título como confirmación de un talento que ya habíamos visto meses antes en una película para la historia: aquella de David Fincher que giraba en torno a los siete pecados capitales y que marcaría para siempre toda su carrera.
Muchas cosas podría añadir a este título, pero me limitaré a subrayar que "Doce monos" fue una apuesta acertada, cuya interesante trama y sorprendente final salvaron en gran medida un planteamiento inicial de lo más explotado: el de una Tierra asolada en el futuro por un apocalíptico virus mortal.
Místico
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