lunes, 4 de mayo de 2009

Cuando la boca calla pero los ojos gritan

Llegado el momento de escribir sobre "El Bola" creo que pocas son las cosas que podría decir desde aquí que hiciesen justicia a un título como éste. Y es que ante la ópera prima de Achero Mañas yo sólo puedo quitarme el sombrero. Creo que pocas veces (muy pocas veces) se han contado tantas cosas con una sola mirada, con la simple mirada de un niño que calla porque no puede hablar, pero que sus ojos gritan todo lo que su boca no se atreve siquiera a pronunciar.

Y es que cuando en el año 2000 el actor Achero Mañas presentaba al mundo esta película y un jovencísimo Juan José Ballesta se daba a conocer como protagonista de la misma, difícil era comprender la trascendencia que tendría entonces aquel título. Sólo cuando la cinta se alzó como ganadora al año siguiente de los Goya más importantes del año, algunos optamos por verla por primera vez y fue entonces cuando comprendimos el por qué de todos esos premios.

Un película dura, muy muy dura, que mostraba una realidad no ya desde los hechos en sí, sino desde los sentimientos que los mismos generaban. Unos sentimientos enfrentados y varias realidades contrapuestas las que nos presentaba aquí un Achero Mañas que utilizaba a dos familias no sólo distintas en las apariencias, sino especialmente en cada uno de sus valores. Soberbio Juan José Ballesta y el resto de actores, así como sobrecogedora su secuencia final. Pocas veces se han rodado escenas con tanta carga de realismo... un realismo ciertamente indignante porque ojalá nunca tuviesen que rodarse películas como ésta.

Místico

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