lunes, 25 de mayo de 2009

Una película generacional

Hace pocos días, leyendo un artículo en el que se analizaba de un modo bastante acertado la oscarizada cinta de Fernando Trueba "Belle Époque" (imperdonable no recordar de quién), el autor de mencionado texto "de cuyo nombre no puedo acordarme" hablaba de esta cinta como un claro ejemplo de película generacional. Creo haber estado pocas veces tan de acuerdo con alguien como cuando aquel redactor de nombre olvidado afirmaba que "Belle Époque" representó a toda una generación de actores fundamentales en la década de los 90 (algunos de ellos aún imprescindibles). Un título coral que reunía los nombres de Penélope Cruz, Ariadna Gil, Maribel Verdú, Jorge Sanz, Gabino Diego o "Miriam Díaz Aroca" secundados por unos veteranos de auténtico lujo, representantes de otra brillante generación: Fernando Fernán Gómez, Agustín González, Chus Lampreave, Mary Carmen Ramírez o María Galiana.

Una película fresca, amena y divertida de excelente dirección artística que algunos quisieron ver como el "Mujercitas" patrio. Un "Mujercitas" de bandera republicana que echaba la mirada atrás y recordaba, no sin cierta añoranza, el espíritu de una España que pudo ser bella pero que terminaría representando los años previos a una guerra dantesca.

Tan soberbios parecían sus actores (a excepción de una Miriam Díaz Aroca totalmente sobreactuada y un Jorge Sanz que a mí siguió sin convencerme) como ingenioso resultaba su guión. Unos actores que gracias a esta película pisaban por primera vez la alfombra roja de una ceremonia de los Oscar, ceremonia en la que la cinta resultaría premiada como la mejor del año en habla no inglesa. ¿Quién podía anticiparse entonces al significado que en pocos años tendría aquel escenario para Penélope Cruz? Difícil imaginar lo que el destino le tenía guardado a la actriz de Alcobendas. Supongo que en eso consiste el encanto de la vida...

Místico

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