viernes, 29 de mayo de 2009

Cuando el mal tenía rostro de niño

Otro de esos títulos de referencia dentro del cine de género. "La Profecía", el título de 1976 dirigido por Richard Donner, tomaba el relevo de "El exorcista" y conseguía dar un paso al frente respecto a la historia que William Friedkin nos contaba tres años atrás. Y es que aquí Damien (el niño protagonista) no estaba poseído por el diablo. Aquí Damien, simplemente, era el hijo del mismísimo Satanás: el anticristo llegado a la tierra que habría de marcar una nueva era. Un personaje que suponía la antítesis absoluta del mismísimo Jesucristo y que se materializaba en un niño de mirada fría que conseguía transmitirnos miedo, mucho pero que mucho miedo.

Una cinta que nos planteaba la dureza de una decisión: la de tener que acabar con la vida de un hijo al que se había amado como sólo unos padres eran capaces de hacerlo. Un metraje oscuro, con un mensaje absolutamente desesperanzador, que tenía momentos realmente brillantes. Sirvan de ejemplo las extrañas muertes de las que éramos testigos a lo largo de todo el metraje, así como la extraña relación que mantenían todas ellas con unas misteriosas e inquietantes fotografías.

Un título que suponía un buen espaldarazo en la carrera de un Gregory Peck en horas bajas y que contó con dos secuelas, así como con un inevitable remake. De éste último llamaba especialmente la atención la fecha elegida para su estreno. Una brillante campaña de marketing que haría que la cinta viese la luz el 6 de junio de hace ahora tres años, es decir, el 06-06-06. Imposible encontrar un día mejor para el estreno de esa película.

Místico

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