lunes, 11 de mayo de 2009

Nada más complejo que las relaciones personales

Quizá sea cierto que existieron muchas cosas en esta película que, o bien sobraban, o no estaban totalmente acertadas (la "extraña" banda sonora, la áun más extraña imagen de Barcelona, ese narrador tan absolutamente innecesario...), pero está claro también que ni Woody Allen llega a todo el mundo ni la profundidad de los personajes e historias que cuenta interesan a todo el público. Y es que, pese a las distintas críticas que se lanzaron al respecto, yo una cosa tengo bastante clara: "Vicky Cristina Barcelona" ES Woody Allen.

Si analizamos el metraje formalmente (como otrora podría hacer en la facultad cuando estudiaba cine), la película resultaba impecable. Si hablamos del guión y de los personajes tratados, es de recibo reconocer que resultaban tan interesantes, tan complejos y con tantas y tan diferentes aristas que no dejo de quitarme el sombrero ante un genio tan absolutamente talentoso como éste.

Imprescindible resultaba su versión original, pues aquí los idiomas castellano e inglés se alzaban, al igual que la ciudad de Barcelona, como dos personajes más de la cinta. Una versión original que permitía comprobar la brillantez de sus actores protagonistas, así como valorar en su justa medida el soberbio trabajo de una oscarizada Penélope Cruz, una actriz que brillaba como nadie en la cinta de Allen quizá por contar con el personaje que permitía un mayor lucimiento.

Y es que "Vicky Cristina Barcelona" y el genio de Allen intentaron mostrarnos allá por el año 2008 (de un modo bastante acertado) algunas facetas interesantes de las psiques más humanas, quizá no tan positivas como habríamos deseado pero absolutamente ciertas, porque... ¿quién dijo que la vida, los deseos, las pasiones o las relaciones personales fuesen en algún momento sencillas?

Místico

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