martes, 31 de marzo de 2009

La más terrorífica de todas las cintas

La verdad es que resulta complicado hablar de una película como ésta. Al menos lo es evaluarla de un modo ciertamente objetivo cuando fue (y creo que en el fondo lo sigue siendo) la causa de algunas de la peores pesadillas de mi más tierna infancia. Recuerdo que la vi por primera vez a una edad muy temprana y, quizá por este motivo, algunas de sus imágenes quedaron grabadas para siempre en mis por aquel entonces jovencísimas retinas.

"La matanza de Texas" fue una película importante dentro de un género. Y es que hablamos del primero de los títulos de lo que se ha venido conociendo como terror teen, aunque manteniendo, claro está, unas cuantas diferencias frente al más actual terror para adolescentes. La más importante de ellas sería sin duda su enorme carga de realismo. Dado que hablamos de una producción de bajo presupuesto rodada en 1974, nos encontramos con una cinta cuya textura, iluminación e incluso planificación nos acercan en cierto modo al cine más casero. Esto hace que nos creamos aún más si cabe lo que en la misma se nos ofrece, así como quisimos creer en su momento que lo que aquí se nos contaba estaba "basado en hechos reales", cuando en el fondo la cinta de Tobe Hooper tan sólo se inspiraba (al igual que otros títulos como "Psicosis" o "El silencio de los corderos") en ciertas formas de conducta del psicópata americano Ed Gain.

Leatherface o cara de cuero se convirtió gracias a esta película (y por muchos méritos propios) en todo un icono mediático, así como en uno de los personajes cinematográficos que más respeto infundaría en toda la historia del cine. Se dice que los actores protagonistas de esta película apenas tuvieron contacto con el actor que lo encarnaba (Gunnar Hansen), pretendiendo con ello asustarse de verdad en las escenas que compartían con él. Yo no sé si ellos lo lograron, lo que sé seguro es que a mí sí me asustó... ¡Y hay que ver de qué manera!

Místico

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