jueves, 5 de marzo de 2009

Las teorías de Platon en tiempos de ordenadores

Cuando pienso en "Matrix" pienso en un título que marcaría en mi vida momentos de reflexión. Debo reconocer que en un principio juzgué mal a esta película. Su apariencia de cinta futurista, donde los efectos especiales cobraban un protagonismo claro, parecían ocultar en una primera instancia una filosofía escondida que muchos, al principio, no llegamos a captar. Había oído hablar de ella, me la habían recomendado en muchas ocasiones, pero lo que había visto en los trailers se me antojaba tan vacío de contenido que no me resultaba nada atractiva la propuesta de su visionado.

En 1999 se estrenó esta película, pero tuvo que pasar un año para verla por primera vez... y reconozco que me sorprendió. Está claro que sus efectos especiales (ganadores por cierto de un Oscar) tenían un gran protagonismo en la cinta, que hablamos de un título de ciencia ficción con alta carga de acción y bla bla bla... pero "Matrix", además de todo esto, tenía mensaje.

La película de Keanu Reeves suponía una adaptación de las teorías filosóficas clásicas llevadas a un terreno futurista: el mito de la caverna de Platon en la era de los ordenadores, los hackers y la inteligencia artificial. Un título que hacía pensar, que cuestionaba el concepto que teníamos de realidad y ponía en tela de juicio todo lo que hasta esa fecha conocíamos, que nos hacía comprender el poder de nuestra psique y los efectos que la nueva era podía tener en la misma. Dos años antes un jovencísimo Alejandro Amenábar ya nos había hecho reflexionar sobre esto mismo en su brillante "Abre los ojos", pero aquí la propuesta se hacía mucho más desgarradora.

A nivel técnico, sus cuatro Oscar ya hablan por sí solos, del mismo modo que la revolución que supuso en el cine su bullet time o tiempo bala (acción congelada mientras la cámara continua en movimiento) quedó también reflejada en otra producciones posteriores que utilizaron dicha técnica.

Y es que, en ocasiones, películas como ésta te enseñan que el momento más oportuno para juzgar una cinta es justo después de sus créditos finales.

Místico

No hay comentarios:

Publicar un comentario