jueves, 12 de marzo de 2009

El escenario perfecto para el nacimiento de un mito

"Vacaciones en Roma" fue la película que vio nacer a todo un icono cinematográfico. Las calles de la bella ciudad italiana asistieron como testigo a la eclosión de una de las figuras más importantes que el cine podría darnos en todo el siglo XX. Y es que, por primera vez en su carrera, Audrey Hepburn se convertía en protagonista de una cinta y lo hacía, además, de la mano de una de las estrellas masculinas más importantes de aquel momento: Gregory Peck.

"Vacaciones en Roma" era una historia de amor hecha a medida del nuevo talento, un guión que se alzaba por sí mismo como la antítesis al cuento de la Cenicienta, pero cuya magia y romanticismo le valieron no solo un Oscar, sino también un hueco en el corazón de muchos espectadores. "La joven princesa Anna, cuya vida superficial y llena de lujos ya no le llenaba en absoluto, optaba por escaparse una noche de su jaula de oro para sentir aquella vida mundana que tanto le atraía. En su aventura se enamoraba de un hombre "del pueblo", el cual desconocía completamente la verdera identidad de la joven que acababa de recoger en la calle..."

Este título, además, supondría toda una innovación en lo que a rodaje de exteriores se refiere. Hasta aquella fecha (estamos hablando de 1953) no era excesivamente habitual rodar en exteriores reales, sino en decorados preparados por el estudio que simulaban las diferentes localizaciones necesarias para la historia. El director del film (William Wyler) entendía que Roma debía ser un personaje más de la cinta, por lo que renunció a rodar en escenarios ficticios a riesgo de complicar con ello el tiempo de rodaje de la propia película.

Han sido varias las veces que he visto este título y en todos los casos me terminó emocionando su secuencia final. Aquel cruce de miradas entre los dos protagonistas, que deben simular no conocerse pero cuyos ojos dicen todo lo que no expresan sus palabras, es de ésas que te ponen un nudo en la garganta. Un derroche de química la que mostraron estos dos actores ante una cámara que inmortalizaría para siempre, como pocas películas lo hicieron, la bella ciudad de Roma.

"Vacaciones en Roma" (con permiso de "Sonrisas y lágrimas") es la película favorita de la persona "más paciente" que hay en este mundo: mi prima. Vaya dedicado este post con todo mi cariño a ella.

Místico

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