viernes, 30 de enero de 2009

Cuestión de química

¡Qué difícil resulta en ocasiones que dos actores que viven una gran historia de amor resulten convincentes delante de una cámara! Pueden ser los más guapos, los más cotizados, los que más de moda estén en ese momento, que si no hay química entre ellos, si no saltan esas chispas necesarias que no se explica en ningún manual de cine (ni de vida), todo el esfuerzo estará tirado a la basura. En multitud de ocasiones me he encontrado con títulos en los que sus protagonistas podían convencer por solitario, pero en cuanto se les veía juntos, simplemente las cosas no funcionaban. Aún recuerdo el intento fallido de Roger Michell al reunir a Julia Roberts y Hugh Grant en la olvidable "Notting Hill" que demostraba, una vez más, que cuando no existe la química, no hay esfuerzos que valgan (supongo que el efecto contrario fue lo que hizo a "Pretty Woman" alcanzar el éxito que tuvo).

Muchos han sido los casos de actores que parece nacieron para estar juntos (y no sólo me refiero a parejas sentimentales) ¿Alguien por ejemplo se imagina a Stan Laurel sin Oliver Hardy? Pues esto es precisamente lo que me hace traer esta película hoy hasta aquí, porque creo firmemente que es uno de los casos de mayor química que se han dado en la historia del cine.

"Confidencias a medianoche" fue la cinta que reunió por primera vez a Rock Hudson con Doris Day, el primero de los tres títulos que reuniría a ambas estrellas y que valdría para demostrar que existe algo que no se explica con palabras y que es la causa de que un intercambio de miradas simplemente funcione. La divertida historia que nos cuenta esta comedia romántica quizá sea lo de menos (y eso que el guión me parece absolutamente genial). Aquí lo más importante es comprender hasta qué punto puede funcionar esa complicidad entre dos actores cuyos nombres ya irán para siempre unidos en la historia del cine. Más tarde llegarían "Pijama para dos" y "No me mandes flores", pero ésta fue sin duda la mejor de las películas que reunió a la pareja por excelencia del cine de los 60. Y eso que Hudson era homosexual...

Místico

No hay comentarios:

Publicar un comentario