lunes, 5 de enero de 2009

Mucho más que el retrato de "La Gran Depresión"

Reconozco que siento cierta debilidad por el cine clásico. Reconozco también que en ocasiones puedo resultar pesado cuando insisto una y otra vez en la importancia de echar la vista atrás y comprobar qué es lo que se hacía años atrás para entender y valorar mejor el cine de nuestros días. Pero es que cuando uno se encuentra con títulos como "Las uvas de la ira", entiende por qué los años 40 fueron y siguen siendo la referencia absoluta en cuanto a buen cine se refiere.

Esta obra de John Ford, basada en el libro de John Steinbeck y protagonizada por un inconmensurable Henry Fonda no sólo emociona sino que, además, convierte al espectador en partícipe de una "Gran Depresión" nunca mejor plasmada en la gran pantalla. Los ambientes, la puesta en escena, sus magistrales interpretaciones y el excelente trabajo de Ford en la dirección, cuestionan una vez más la justicia de unos premios llamados Oscar, que en aquel lejano 1940 tan sólo premiaron a este título con dos de sus galardones (eso sí, merecidísimos tanto para su director como para una soberbia Jane Darwell).

Desde aquí, una vez más, mi apuesta por un título CLÁSICO. Y esta vez el término va en mayúsculas, porque éste es uno de esos títulos que, por mucho que avance el cine, jamás debería ser borrado de la historia del séptimo arte.

Místico

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