viernes, 28 de noviembre de 2008

Más que nunca: MAESTRO del suspense


Alfred Hitchcock fue el primer director de cine que conocí siendo apenas un niño. Por una razón que no entendía (ahora sí lo entiendo) me encantaba ver sus películas y, aunque no estaban destinadas para un público de tan corta edad, a mí simplemente me fascinaban. Desde entonces hasta la fecha, el numero de títulos que he podido ver de este genio se pierden ya en el recuerdo. Películas que me acompañaron en diferentes etapas y que me siguen acompañando a día de hoy. Creo que mi admiración por Alejandro Amenábar tiene sus raíces en el genio en el que él reconocíó haber inspirado casi todas sus obras.

La carrera de este prolífico director nos ha dado títulos inolvidables, que han representado una etapa en el cine posiblemente irrepetible. La terrorífica cortina de ducha que nos mantuvo a todos al borde de la "Psicosis", aquellos "Pájaros" que atacaban a una asustada Tippi Hedren en el interior de una cabina telefónica, los prismáticos que James Stewart utlizaba para cotillear la vida de sus vecinos a traves de "La ventana indiscreta" o esa avioneta que perseguía a un confundido Cary Grant "Con la muerte en los talones" son ya parte de la historia, unos iconos que han sabido llegar a todas las generaciones, porque independientemente de lo mucho o poco que nos guste el cine, a Alfred Hitchcock lo conocemos todos. Y aunque muchos han sido sus títulos, sin duda, de todas sus películas yo me quedo con ésta.

"Vértigo" posee todos los ingredientes necesarios que convieten una película en una obra maestra: un guión impecable, una fotografía perfecta, unas interpretaciones inolvidables... pero especialmente unos soberbios ambientes que envuelven, como pocas veces se ha hecho, una historia de SUSPENSE en mayúsculas. ¡Cuánto tendrían que aprender de esta película los realizadores de ahora! "Vértigo" es intriga, es suspense en estado puro. Pocas veces se ha llegado a ese nivel de realización y pocas veces se repetirá (creo que tan sólo Alejandro Amenábar en "Los Otros" logró algo parecido). Una historia que marcaría para siempre la trayectoria de un polivalente James Stewart y de una (más misteriosa que nunca) espléndida Kim Novak.

Místico

No hay comentarios:

Publicar un comentario