lunes, 15 de junio de 2009

Tragedia "shakespeariana" a ritmos urbanos

Figura desde hace unos cuantos años en la lista de películas con más premios Oscar de la historia del cine, concretamente diez, sólo por detrás de "Ben Hur", "Titanic" y "El retorno del Rey". "West Side Story", el musical que suponía la adaptación urbana de la obra de Willliam Shakespeare "Romeo y Julieta" y que era narrada en esta ocasión entre bandas callejeras del Nueva York de los años 60, tuvo sin duda muchas puntos a su favor, pero creo firmemente que esta lluvia de premios fue tremendamente exagerada.

Cierto es que muchos de sus números musicales (de puesta en escena intachable) engrandecieron una película que nació para recoger el testigo del exitoso musical de Broadway que llevara el mismo nombre, logrando pasar muchos de ellos no sólo a la historia del cine sino también al subconsciente colectivo de millones de personas. Todo esto es cierto, pero también lo es que si obviamos sus números musicales (y hablando de "West Side Story" esta empresa se antoja cuanto menos complicada) lo que nos queda de ella apenas merece un mayor reconocimiento.

La credibilidad de su historia apenas se sostiene por sí misma. Analicemos para ello un solo ejemplo: "West Side Story" se desarrolla en un solo día, es decir, 24 horas a lo largo de las cuales Natalie Wood y Richard Beymer se conocen y se enamoran. Hasta aquí todo podría ser "normal", pero ¿cómo es posible que la pasión entre ambos alcance cotas tan altas en tan corto espacio de tiempo como para hacer olvidar a la protagonista que horas antes de escapar con su amado, éste acaba de asesinar a su propio hermano?... Creo sinceramente que otras propuestas de la época como "Esplendor en la hierba" o "Rebelde sin causa" conseguían emocionarnos más de un modo bastante más creíble.

Sigo manteniendo que esta película contó con muchos puntos a su favor. Su trabajo actoral apenas mostraba fisuras, así como ciertos momentos de la cinta brillaron con luz propia. Valga de ejemplo la escena en la que ambos protagonistas se conocían. Creo que pocos "flechazos" han sido tan bien llevados al cine como cuando Natalie Wood y Richard Beymer se veían por primera vez en aquella mítica secuencia del baile.

En definitiva, una buena pero desigual cinta (que en su momento rechazó protagonizar Elvis Presley) con unos inmortales números musicales susceptible de ser ligeramente sobrevalorada... al menos desde mi "más modesta opinión", claro.

Místico

2 comentarios:

  1. Nunca la he visto :(
    creo que ha llegado el momento :)... entré para ver si algo me llamaba la atención para verlo ahora... y ha sido la elegida ^^

    besos

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  2. Pues espero que te guste, Uve. Pese a todas las críticas que se le puedan hacer a esta película, seguro que no te arrepentirás de haberla elegido.

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