
Siempre he creído que la genialidad de
Pedro Almodóvar se dejó ver más en las apuestas de comedia que en cualquiera de sus grandes dramas (pese a la especial inclinación del cineasta en los últimos años a este último género). Y es que películas como "
Mujeres al borde de un ataque de nervios" demostraron que la vis cómica del director manchego era simplemente inigualable.
A pesar de ello, en 1987, Pedro nos presentaba una
película dramática que desde mi punto de vista podría incluirse entre los mejores trabajos del controvertido director. Para ello contaba con su musa en aquel momento, una
Carmen Maura que supo mostrarse absolutamente brillante, así como con un
Antonio Banderas que comenzaba a ser ya fijo en las producciones del manchego. Un Banderas que compartiría con
Eusebio Poncela (supuesto protagonista de esta historia

) una de las escenas más polémicas de toda la
película, no en vano estamos hablando de una de las primeras secuencias de sexo explícito homosexual que podíamos ver en una pantalla grande.
Micky Molina y una jovencísima
Manuela Velasco (
[REC]) completaban el reparto de la cinta.
La historia principal, protagonizada por Poncela y Banderas, de pasiones desatadas y absolutamente incontrolables se enriquecía enormemente gracias a Tina, aquel transexual interpretado por
Carmen Maura que se mostraba repleto de conflictos familiares, religiosos y existen

ciales. En ella recaía además el peso de la escena más famosa de toda la cinta, una secuencia de altísima carga sexual y brillante realización en la que su personaje pedía a un barrendero de la calle que la regase con su manguera para sofocar con ello el calor. Esta escena se ha convertido ya por méritos propios en una de las más iconográficas que dio el
cine de los años 80.
"
La ley del deseo": Un título absolutamente imprescindible en la filmografía de
Pedro Almodóvar.
Místico
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