viernes, 17 de julio de 2009

Un ejercicio de sobriedad argumental

Asistir a la proyección de "Sin perdón" es presenciar una sobria exposición de sentimientos escondidos, puros y sinceros como pocas veces se han visto en el género de western. Asistir a estas dos horas de metraje supone reencontrarse con un hombre al que pocos conocen, más que quizá él mismo y la mujer a la que amaba. Es comprender que la vida obliga a mantener actitudes que poco se corresponden con lo que los sentimientos marcan. Es ser testigo de que la vida pasa, de que el tiempo cambia las cosas sin que nosotros podamos hacer nada para evitarlo. Es comprender la dureza de un mundo donde no se puede ser débil, porque como años después marcarían los Coen éste "no es país para viejos"...

Hablamos de una película poética, alejada de cualquier estereotipo del género. Aquí los protagonistan fallan cuando disparan, les cuesta subir a un caballo y, lo más importante, sienten remordimientos al matar a un hombre.

"Sin perdón" es un ejercicio de sobriedad argumental, de sobriedad en la imagen e incluso en su sonido (a la muestra su bella banda sonora). Es la enésima demostración del talento de Clint Eastwood tanto delante como detrás de las cámaras y una justa merecedora del Oscar a la mejor película. Es el encuentro de tres pesos pesados (Eastwood, Freeman y Hackman) en un intento por resucitar un viejo género al que consiguió desmitificar y engrandecer a partes iguales.

Místico

2 comentarios:

  1. Perfecta. Una obra maestra. Un western actualizado o, tal vez, un antiwestern. El malo despiadado no es tan malo ya. Los duelos no les gana el más rápido, sino el más calmado. Los jóvenes asesinos sin piedad no se atreven a disparar. Las putas contratan a asesinos a sueldo. Y los cherif son la ley, pero sin honor, con miedo y temor.

    El final es el clásico, épico y despiadado.

    Una obra maestra. Eastwood y Freeman en la misma película, un placer para los sentidos.

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  2. Creo que debería volver a verla. En su momento me fascinó pero esta dichosa, a la par que bendita, memoria apenas se acuerda.

    No obstante, Eastwood es mi director favorito y suyas son dos de mis pelis favoritas.

    Saludos!

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