lunes, 13 de julio de 2009

Una ambientación perfecta para una historia brillante

Fue junto con "Asesinato en el Orient Express" la mejor adaptación de un relato de Agatha Christie llevada al cine. Un elenco espectacular (algo habitual en las adaptaciones a la gran pantalla de las novelas de Christie) capitaneado por una Mia Farrow tremendamente efectista y donde encontrábamos nombres de la talla de Peter Ustinov, David Niven, Bette Davis o Ángela Lansbury.

Sus escenarios naturales, rodados en los lugares más emblemáticos del antiguo Egipto, no hacían otra cosa que engrandecer una película que también cuidaba hasta el ultimo detalle tanto en los diseños de interiores como en el diseño de vestuario (algo que le valdría un merecidísimo Oscar de Hollywwood). Tremendo resultaba su guión, adaptado de una interesantísima novela que poseía otro de los mejores finales firmados por la famosa escritora británica.

Peter Ustinov se ponía en la piel del carismático Hércoles Poirot tras el rechazo de Albert Finney (el cual había encarnado al detective belga en "Asesinato en el Orient Express") a causa de las altas temperaturas del rodaje en Egipto (más comprensible aún si tenemos en cuenta el vestuario que la totalidad del reparto debía lucir en esta película). Este cambio de actor sirvió para dar una mayor credibilidad a un extraño personaje que nadie como Ustinov entendió de un modo más acertado.

He visto varias veces esta película y me reafirmo al pensar que "Muerte en el Nilo" estará siempre en deuda con Jacqueline de Bellefort, el interesantísimo personaje perfilado por una soberbia Mia Farrow que se convertía por méritos propios en el más interesante de toda la novela. Un personaje repleto de aristas en un universo de individuos quizá demasiado lineales. Llevado al terreno actoral, podría afirmar algo parecido. Y es que esta película nos convertía en testigos directos de como una joven Mia Farrow despuntaba con luz propia entre una maraña de nombres absolutamente consagrados, algunos de los cuales ya eran estrellas cuando ella ni siquiera había nacido.

Místico

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