martes, 14 de julio de 2009

Cuando el amor se convierte en una cuestión de supervivencia

Las razones por las que hoy destaco "Sobreviviré" entre todas las opciones posibles puede que sean demasiado personales, demasiado ligadas al contexto de su visionado, de un estreno allá por el año 1999 que difícilmente será borrado nunca de mi memoria. Aún así nunca destacaría esta cinta si no creyese en ella, si no pensase que esta película, pese a no brillar en todo su conjunto, sí podía hacerlo en algunas de sus partes.

Podría comenzar hablando de su banda sonora, aquellas partituras con voces de Paco Ortega, Manzanita, Alba Molina, Estrella Morente o Ray Heredia que conseguían darle aquel aire desgarrador y visceral a una historia de sentimientos cuanto menos compleja. Podría hablar de Emma Suárez, una actriz en estado de gracia que convencía con cada una de sus frases. Y es que suyas fueron dos de aquellas que justificaban por sí solas el precio de una entrada. La primera, cuando le decía a un correcto Juan Diego Botto que pese a quererlo mucho a su historia de amor le faltaba algo: y es que cuando estaban juntos "no sonaba la música", así como aquella reflexión final en la que se preguntaba qué habría sido de su vida si no hubiesen sucedido una serie de acontecimientos en la misma, llegando a una simple y certera conclusión: "no habría sido entonces mi vida".

"Sobreviviré" era una historia de supervivientes en un mundo tremendamente imperfecto, una historia de sentimientos ajenos a cualquier pauta establecida, una historia de amor diferente, fuera de cualquier etiqueta o cliché, quizá basada en lo mucho que los protagonistas se necesitaban pero, pese a ello, de una absoluta e incuestionable belleza.

Místico

No hay comentarios:

Publicar un comentario