viernes, 10 de julio de 2009

¿Algo peor que una rata en una cocina?

Cualquiera que haya seguido este blog de un modo más o menos regular habrá comprobado que no soy especialmente aficionado al cine de animación. De hecho ésta es la primera película animada de la que hablo en "Plano Medio", pero es que el octavo proyecto de la factoría Pixar que se presentó en el año 2007 resultaba tan exquisito (y nunca mejor dicho) que no puedo seguir pasándolo por alto.

Una bella historia de superación con moraleja para adultos que, como toda producción de animación que se precie, también contaba con un buen número de secundarios que ayudaban a que la historia no sólo cobrase fuerza, sino que también entusiasmase al público más joven.

Su protagonista, la joven rata Remy, de fuerte carisma y altísimo grado de ternura, poseía unas características tan humanas que en muchas ocasiones resultaba más fácil identificarse con ella que con el resto de personajes de la cinta. Un personaje que se tenía que enfrentar a un destino que simplemente no aceptaba, un inconformismo que le haría poner su propia vida en peligro sólo por perseguir un sueño, un sueño que sus orígenes le habían vetado desde el mismo momento en que nació. ¡Cuánto tendríamos que aprender los humanos de esta rata!

La grandeza de "Ratatouille" no sólo estaba en su historia. Cuando hablamos de este título hablamos de uno de los mejores trabajos técnicos que se habían visto hasta la fecha, el cual conseguía, sólo por citar un ejemplo, que nunca antes se hubiesen visto imágenes de agua tan reales en una cinta de animación. Un trabajo técnico que se apoyaba en un gran conocimiento de aquello que se estaba tratando. El equipo de "Ratatouille" llegó a apuntarse a diferentes cursos de cocina (no sin razón algunas imágenes de la cinta conseguían despertarnos realmente el apetito), así como visitó durante una semana entera la ciudad de París (desde sus alcantarillas hasta sus restaurantes de lujo) sólo para dar credibilidad a los escenarios y lenguaje que en la misma se utilizaban, llegando incluso a visionar decenas de películas del país vecino con el fin de que los personajes tuviesen los movimientos "más afrancesados" posibles, especialmente aquellos que realizaba la boca en el momento del habla.

El producto final, como no podía ser de otro modo, resultó brillante: ganadora del Oscar a la mejor película de animación y candidata en otras cuatro categorías (compitiendo en las mismas con películas de imagen real). El resultado lógico de un trabajo bien hecho.

Místico

2 comentarios:

  1. Pues ya iba siendo hora de que tratases este tipo de cine. Creo que pocas productoras pueden preciarse de tener un catálogo de obras maestras de la talla del de Pixar. Te invito a ver cualquiera de ellas (claro que yo me quedo con Monsters, Inc). Todas marcan una cumbre en la animación por ordenador en su época, pero sin sacrificar en ningún momento ni la historia, ni el entretenimiento. Un gran equilibrio.

    Al ataque.

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  2. Iba a decir algo pareceido a Gabriel, hay q apoyar mas el cine de animación sobre todo el español muy pronto llegara planeta 51, la pelicula mas cara de la historia de españa y espero q no quieras perdertela solo por ser de animacion.

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