viernes, 14 de agosto de 2009

La vuelta de una estrella

Supuso la vuelta al cine de la estrella femenina más importante del momento tras un año de retiro voluntario, supuso del mismo modo la película por la que más dinero se llegó a pagar a una actriz hasta aquella fecha. Y es que "El informe pelícano", el título basado en el best-seller del escritor John Grisham (autor que ya había demostrado su potencial para el cine con su anterior obra: "La tapadera") significó la recuperación para el mundo del cine de "la novia de américa" en un papel que, aunque ya había sido escrito, no dejaba de estar pensado para ella.

Un thriller tremendamente enrevesado de buen pulso y buena factura, coprotagonizado por Denzel Washington, que presentaba al espectador una compleja historia de intrigas, conspiraciones y entramados judiciales que logró, como era de prever un absoluto éxito en taquilla.

La complejidad de lo que aquí se nos contaba, su larga duración y el descubrimiento del principal misterio de la cinta a mitad de la misma (el contenido del informe) fueron factores que jugaron en su contra, algo que fue sabiamente contrarrestado por la excelente química que Roberts y Washington destilaron a lo largo de todo el metraje. Una química que fue, en cierto modo, protagonista de una de las mayores polémicas de la película. Y es que el hecho de que la relación entre Roberts y Washington no trascendiera lo meramente "profesional" (pese a notarse en todo momento la atracción que existía entre ambos) fue tachado por algunos sectores cuanto menos de racista. Ocho años después y con un tremendo carácter simbólico, Denzel Washington entregaba un Oscar a Julia Roberts y se fundía con ella en un apasionado beso (desde aquel entonces son grandísimos amigos), quizá el mismo beso que no pudieron darse durante el rodaje de esta película.

Místico

2 comentarios:

  1. Vaya una película más aburrida. Julia Roberts está mejor en otro tipo de actuaciones como las comedias. Que conste que en mi contra he de decir que no la recuerdo totalmente, porque creo que me dormí unos minutos durante la proyección. Uff, un plastón.

    ResponderEliminar
  2. Pues a mi me gustó, me mantuvo el interés hasta el final.
    Efectivamente a Julia Roberts le van muy bien las comedias, pero una actriz nunca debe encasillarse en un tipo de personaje porque al final si que acaba aburriendo.

    ResponderEliminar